Escándalo en la IndyCar: Penske despidió a sus directivos tras lo ocurrido en la previa a Indy 500

A raíz del escándalo ocurrido el pasado fin de semana, en las pruebas clasificatorias rumbo a la 109° edición de las 500 Millas de Indianápolis, el Team Penske decidió desvincular a tres de las personas de más alto rango dentro de la escudería.

Dos de los tres monoplazas del prestigioso equipo, encabezado por el poderoso Roger Penske, propietario además de la IndyCar, fueron excluidos de la sesión cronometrada tras descubrir que violaban reglajes técnicos.

Tim Cindric, presidente del equipo de Indy y responsable el año pasado de la ilegal utilización del Push to Pass; Ron Euzewski, Director General, y Kyle Moyer, Gerente General, fueron despedidos tras el escándalo, el cual tiene en el ojo en la tormenta a una de las más históricas y prestigiosas escuderías.

“Nada es más importante que la integridad de nuestro deporte y nuestros equipos de carreras. Hemos tenido fallos organizativos durante los últimos dos años y tuvimos que hacer los cambios necesarios. Pido disculpas a nuestros aficionados, nuestros socios y nuestra organización por decepcionarlos”, expresó Roger Pense.

¿Qué pasó concretamente? Durante la inspección técnica previa a la clasificación se detectó que los autos de Josef Newgarden, ganador de las dos últimas ediciones, y de Will Power, infringían la regla (N° 14.7.8.16) con un ajuste no aprobado de la carrocería en el atenuador trasero de los autos. 

El año pasado, en San Petersburgo, el equipo ya había violado otras reglas (14.19.15 y 14.19.16) sobre los parámetros del «Push to Pass» y dos vehículos fueron desclasificados de la carrera mientras el otro recibió una penalización de 10 puntos.

El tercer auto, tripulado por Scott McLaughlin, tendría también dicho dispositivo en su auto, pero este sí estaría en regla, por lo que mantendrá el 10° lugar en la grilla de salida. Sus compañeros de equipo, en tanto, largarán desde el fondo de la parrilla, además de tener que pagar una multa económica.