La historia del Midget, rendida a los pies del tetracampeón Luciano Vallejos

“Estoy peleando contra el mejor de todos los tiempos”. Así lo describió semanas atrás, nada menos que Luciano Franchi, su adversario y gran rival.

¡No, tranquilos! No es la idea caer en la odiosa comparación, cada época del fue muy distinta entre sí. Lo que pretendemos es tomar dimensión del suceso en cuestión, sin precedentes en el Midget moderno y que difícilmente se repita de acá a un tiempo.

Luciano Vallejos lo hizo otra vez. Acaso, la temporada más trabajada y sufrida desde que pintó por primera vez el “1” en los laterales; una consecuencia de las nuevas reglas competitivas impuestas para el ciclo al fin concluido.

No le sobró nada, literalmente. Un puesto menos (o más, dependiendo la perspectiva…) y hoy hablamos de otra historia, con todos los flashes apuntando a Médanos. Lo cual también hubiese sido muy justo después del tremendo certamen de Pomelo.

Pero la moneda cayó del mismo lado, hacia el hombre que cambió la concepción de la categoría y que elevó su nivel de profesionalismo. Siendo justos, ese catálogo también cuadra para Franchi; ambos se retroalimentaron en estos años, competitiva y mecánicamente, forjando una rivalidad espectacular.

Lamentablemente tenemos que hablar de un solo ganador, así son las carreras de autos. Y hoy, por cuarto año consecutivo, el trofeo vuelve a estar en buenas manos. ¡Salud, campeón!

UNA FINAL PARA EL INFARTO

Una carrera digna de una definición de campeonato. Y también un contraste con el desarrollo de la noche, opacada por un piso que lejos estuvo de brindar garantías de buenos espectáculos.

Por suerte, la final no defraudó. Kevin Altamirano picó adelante, hizo su carrera y ganó sin problemas. Pobre Flecha, la hizo tan aburrida que prácticamente no se habló de su tremenda contundencia al cabo de los ochos giros.

Máxime que el principal atractivo estaba a espaldas: el mano a mano entre los candidatos, forjado inmediatamente en el primer giro y con un adversario en el medio que jugaría un rol fundamental, Fernando Saldamando.

Maniobra temeraria, sí. Para algunos reprochable, para otros de carrera. Pero el toquecito de la Cotorra en la curva de boxes no atemorizó a Franchi, que se rehizo tras quedar detrás de Vallejos y sacó a relucir todo su talento conductivo.

Poniendo lo que hay que poner, Pomelo remontó vuelo, pudo con el ahora tetracampeón y fue por Saldamando. Escasos centímetros lo separaron de la máquina N°133 al cruzar la meta, aunque luego el conito le daría el segundo puesto.

Con Vallejos tercero, nada cambió el resultado final del campeonato. Nada que reprocharse para el medanense, sorteó los obstáculos y mantuvo en vilo hasta el final la definición. Deportivamente, un digno cierre de campeonato.

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